sábado, 11 de junio de 2011

La Plaza Mayor

La plaza Mayor de Cuenca es una de las más bonitas y monumentales de la ciudad, hay que recordar que junto con el resto de la ciudad antigua es Patrimonio de la Humanidad desde 1996. Se trata del centro neurálgico de la parte alta, el espacio central de la vida urbana, un lugar perfecto para hacer un descanso en tu ruta por Cuenca y tomarte un aperitivo en una de sus terrazas. Es perfecto para captar el ambiente de la ciudad y observar sus obras arquitectónicas más importantes. También es uno de los mejores lugares para comprar artesanía típica de la zona o productos gastronómicos.

En ella se encuentra el Ayuntamiento es un edificio de estilo barroco del tiempo de Carlos III con tres arcos de medio punto cuya construcción, según consta en su fachada, se remonta al año 1762; el Convento de las Petras y , por último, la catedral de Nuestra Señora de Gracia, del siglo XII. Además, adosado a la catedral está el palacio Episcopal que alberga el Museo Diocesano

La hoz del Huécar

La Hoz del Huécar es un accidente geográfico de la cuenca del río Huécar en las proximidades de la ciudad de Cuenca, comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, España. En el cañón formado por el río se sitúan una serie de monumentos como las Casas Colgadas o la Posada de San José.
La Posada de San José, que fue construido durante el siglo XVlll, está situado en el corazón del casco histórico de Cuenca. El edificio conserva su característica monástica pasada porque era el Coro de la Escuela San José, compuesta por niños, para luego cantar en la catedral cercana.

Las Casas Colgadas de Cuenca han sido declaradas Monumento histórico artístico. La indecisión sobre su origen musulmán o medieval la has dotado de ese encanto misterioso que poseen los lugares que no se muestran del todo.

Hubo un tiempo en que toda la fachada de la hoz del Huécar estuvo repleta de casas colgadas. En la actualidad sólo se conservan tres, auténticas supervivientes que aún así están bastante restauradas. Su origen se remonta al siglo XIV. Algunos afirman que fueron residencia de verano de los distintos monarcas de la época.

En su interior podemos visitar un mesón típico conocido como la Casa de la Sirena. Situada en el margen derecho se extiende a lo largo de tres plantas repletas de elementos en madera que admirar. Igualmente espectacular es la Casa del Rey, un edificio gótico popular dotado de hermosos balcones. En su interior se conservan restos constructivos originales de pintura mural. Su portada es muy interesante ya que es de origen renacentista y procede del Palacio de Villarejo de la Peñuela. Precisamente, también dentro, se encuentra el Museo de Arte Abstracto de Cuenca

viernes, 10 de junio de 2011

El Puente San Pablo

El puente de San Pablo es un puente viga que cruza al río Huécar.
Fue construido entre 1533 y 1589 por iniciativa del canónigo Juan del Pozo originalmente en piedra (mirar foto abajo), para salvar la hoz del Huécar, comunicando el Convento de San Pablo y el casco urbano.
Este primer puente se derrumbó, construyéndose en 1902 el puente de hierro y madera actual, acorde a la línea arquitectónica del momento. Es un puente rectilíneo, de 60 metros de flecha, apoyado en los pilares de arranque de sillería del puente anterior y, en el centro, en un puntal de hierro.
El Puente es ya un elemento insustituible del conjunto urbano y paisajístico de la ciudad

jueves, 9 de junio de 2011

El Parador de Cuenca

Convento dominico de San Pablo fue fundado en el siglo XVI por el canónigo Juan del Pozo Pino, cuyo anagrama se repite por todo el edificio, situado en plena Hoz del Huécar, frente a las Casas Colgadas. Algunas de las habitaciones del hoy Parador abren sus ventanas hacia ellas. Otras miran al claustro, acristalado, ideal para sentarse a leer en invierno.
Mimbre, tapices, cuero, alfombras españolas… La decoración no desentona con el lugar, más elegante si cabe desde que en 2004 se acometiera una importante remodelación.
Las camas con dosel de las estancias, bargueños, escritorios y otros muebles de época logran trasladarnos con la imaginación a aquellos tiempos en los que fue construido el convento en piedra, que aísla a los huéspedes, como a los frailes de entonces, del ruido de fondo de la ciudad. Platos bien aderezados forman la base de la cocina de Cuenca, servida con mimo en el restaurante del Parador. Entre ellos, morteruelo (paté de gamo con aceite de oliva) y alajú (hecho con almendras, nueces y miel).